La Sagrada Familia para mí es una obra de arte de la construcción, siempre visitaba la Basílica cuando vivía en Barcelona. Ahora, podría volver muchas veces a la ciudad condal solamente para disfrutar de los vitrales, y de su atmosfera envolvente.
Desde el 08 de diciembre pasado coincidiendo con la festividad de la Inmaculada Concepción, la estrella de la torre de María, junto a 800 rayos luz que emanan de la cúpula de vidrio que la precede, ilumina el cielo de Barcelona, cambiando para siempre el skyline de la ciudad.
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Con la bendición del Papa Francisco y su deseo de que la capital catalana se convierta en un espacio más amable para sus ciudadanos, se procedió al encendido de esta estrella de vidrio texturizado enmarcado en acero inoxidable, que con un diámetro de 7,5 metros y 5,5 toneladas de peso requirió una inversión de 1,5 millones de euros para convertirse en un faro de esperanza para los barceloneses.
Con esta inclusión, la torre de Maria es la más alta de la Basílica de la Sagrada Familia, con sus 138 metros de altura, aunque para la finalización de la obra, sin fecha exacta, la torre de Jesucristo será la más cercana al cielo, pues alcanzará los 172 metros desde el suelo.
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El templo de la Sagrada Familia es el emblema de Barcelona. Su arquitecto, el genial Antonio Gaudí, conocido como el arquitecto de Dios, visionó la más original e impresionante basílica, de tan gran magnitud que lleva más de cinco generaciones en construcción.
Es mi deseo para el recién estrenado 2022 que la luz que emana desde el cielo de Barcelona guíe los pasos de la ciudad. Que los Reyes Magos traigan salud, creatividad y más empatía de los unos hacia los otros.
¡Feliz día de Reyes!
