El hogar tecnológico del futuro
Vivir desconectados de la red eléctrica, es una ilusión que desde hace tiempo ha dejado sin dormir a más de uno, pero en particular fue el sueño de la infancia del ingeniero industrial Omar Suárez, quién desde que descubrió de pequeño que era posible utilizar la energía de nuestra estrella más próxima, trabajó sin descanso para erigir su sueño en la particularmente no muy soleada Asturias.
Acostumbrado al clima atlántico, donde los cielos nublados y la lluvia casi diaria son la constante, este asturiano quería construir casas autosuficientes que funcionaran solo con la mencionada energía y que generaran cero emisiones de CO₂, pero que además, fueran cómodas y adaptadas para el estilo de vida del siglo XXI.
Como el cambio empieza por nosotros mismos, el ingeniero Suárez diseño y creo su casa familiar a las afueras de Oviedo. Esta “casa solar que funciona sin sol”, de diseño minimalista, rodeada de césped, con una piscina exterior climatizada, de paredes blancas y fachada negra, fue totalmente desconectada de la red eléctrica el año pasado, y hasta el momento ha logrado mantener los estándares de comodidad y funcionalidad, tanto en invierno, como en verano, en una ciudad donde la abundancia de la luz solar no es una de sus bondades.
El éxito de su propia experiencia, fue el motor para crear Sunthalpy energy, que no es más que la continuación del sueño de crear ciudades limpias de CO₂, a través de una energía verde que cambia el mundo, a un precio increíble, certificada oficialmente con Garantía de Origen expedido por la CNMC, donde, sino el total, la mayor parte de la energía que generan es renovable.
Existen una gran cantidad de modelos de casas solares, pero la innovación de esta es que logra funcionar en lugares en donde la fuente de energía (Sol) es escasa. Sus paneles supersensibles son la clave, pues pueden absorber una gran cantidad de luz en los días donde hay muy poca radiación. Esta tecnología funciona a modo de batería y se recarga solo con la luz que emiten las nubes. Además, los suelos radiantes también se comportan como paneles solares y permiten modificar la temperatura de la casa mediante tubos llenos de agua que se pueden controlar de manera digital con un dispositivo móvil.
Suárez quiere duplicar el éxito de su vivienda, pero con diseños a gusto del cliente, con paneles solares de diferentes tamaños y colores, que estén totalmente desconectados de la red eléctrica. Pero igualmente quiere esta tecnología a los hogares ya construidos, para que tengan una nueva generación de sistemas de climatización y paneles solares que emitan muy poco (o nada) CO₂. Aunque el coste inicial es alto, la inexistencia de las facturas eléctrica o de gas, harán que el ahorro y la independencia a largo plazo valgan la pena ese esfuerzo.
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