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Fernando Ojeda, de modelo a guardabosques

Fernando Ojeda, de modelo a guardabosques

Fernando Ojeda, de modelo a guardabosques

Solo necesitas tu voluntad y dos amigos para comenzar a girar la balanza en las creencias de un grupo de 10 personas. 

Fotos: Instagram @fernando13ojeda

Solo necesitas tu voluntad y dos amigos para comenzar a girar la balanza en las creencias de un grupo de 10 personas. Con esa premisa, Fernando Ojeda, el rey de la noche madrileña se dio cuenta de que podría realizar un cambio significativo que lo hiciera sentirse orgulloso en el futuro, algo que dejar a sus hijas, quienes fueron la causa o detonante, de que Fernando comenzara a ver la vida con otro cristal.

“La naturaleza jamás ha vendido al hombre ninguna cosa, puesto que siempre da sin recibir nada a cambio. La deuda que tenemos con la naturaleza jamás podrá ser pagada”. Fernando Ojeda

Con esas inquietudes poco hedonistas en su cabeza, el exitoso em­presario, modelo e Instagramer con casi 100 mil seguidores en la mencionada red, se juntó a dos amigos y comenzaron a plantar árboles. Aunque no fue simplemente buscar algunos arbustos, algo de tierra y un espacio vacío donde plantar y publicarlo en las redes, para que todos dijeran que era un buen ciudadano, no, ellos querían concienciar sobre lo necesario que es emprender un camino que conduzca hasta una empatía Medioambiental. 

Foto: (R)forest Project

Fue así como, juntaron su pasión por la naturaleza, y se enfocaron en la Reforestación, como mecanismo para reducir la desertificación que está agobiando a la Península Ibérica.

Para ello se documentaron y buscaron un método que produjera árboles para tres primaveras.

El proyecto de reforestación que lidera Ojeda, utiliza el método Miyawaki, el cual se basaba en aprovechar el principio “vegetación natural potencial”. Donde cualquier terreno que sea fértil, y sin ninguna intervención humana, desarrollaría un frondoso y sostenible bosque en un máximo de 1.000 años.

Este método, que lleva el nombre de creador, consigue que los árboles crezcan 10 veces más rápido que los monocultivos, pues recrea el paisaje y la vegetación que supuestamente habría existido allí, si no hubiera mediado intervención humana. 

Foto: (R)forest Project

Planteados los objetivos y conocedores del mejor método, en febrero de 2019, se creó (R)forest Project, una Asociación sin ánimo de lucro y con fines de preservación del Medio Ambiente. “Esperamos que en breve nos hagamos un poco más grandes y convertirnos en Fundación.” Comenta Fernando Ojeda. 

Durante ese mismo mes de febrero, y durante la temporada de lluvias, se realizaron 3 plantaciones, antes de que el verano llegara. La idea de la asociación es ayudar a la madre naturaleza en su trabajo diario, manteniendo sus bosques y generando nuevos espacios verdes. Pues, cómo buen empresario, Ojeda sabe el costo real de la desertificación, y aunque en términos económicos sea más caro generar un bosque que destruirlo, el tiempo termina demostrando, que en términos conceptuales, es totalmente lo contrario. 

Cada miembro de Reforest Project, es nombrado Guardabosque, pues con una pequeña colaboración de 50 € al año, se apoya a la asociación con la preservación de la naturaleza, a través del mantenimiento y creación de nuevos bosques. Ahora, Olivia, la hija de Ojeda, probablemente es la guardabosque más pequeña de España, quien dice orgullosa a sus compañeros de escuela, que el oficio de su padre es “plantar árboles”. 

Sin olvidar al Mediterráneo

Ojeda y el equipo (R)forest Project, sienten que no es suficiente ayudar a reverdecer los espacios ganados por el concreto, por lo que han extendido su actividad a los océanos, pues están consientes que el fitoplancton produce entre el 50 y el 85 % del oxígeno que se libera cada año a la atmósfera. La idea es darle la misma importancia a re­forestar en tierra que bajo el agua. 

También están enfocándose en ayudar a las abejas, puesto que son las grandes polinizadoras, que cooperan a mantener la tan ansiada biodiversidad.

(R)Forest Project, además de contribuir a paliar los estragos del cambio climático, quiere también ensalzar la individualidad de cada persona, ya que su proyecto se basa en el poder que tenemos cada uno de cambiar el mundo.

Después de dos años y 20 mil árboles plantados, este orgulloso padre madrileño, siente que su compromiso con el futuro de sus hijas es su mayor logro, pues cuando la cumbre se sintió demasiado vacía, se planteó la idea de mejorar el mundo a través de los principios éticos y valores. Y que mejor que dejar un bosque como legado.

Si quieres ser parte del cambio, y convertirte en Guardabosque, te invito a visitar la página web (R)forest Project, para que conozcas mucho más sobre esta iniciativa capaz de dar luz al futuro. 

FUENTES: 

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Con más de dos décadas en el mundo inmobiliario, soy una apasionada de las innovaciones en arquitectura que aportan sostenibilidad. Quiero contribuir a crear una nueva forma de pensamiento, que aumente la empatía por proyectos inmobiliarios, que sean más amables con el medio ambiente, y tengan por objetivo la mejoría de la calidad de vida de sus futuros habitantes. 

Elisa

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